Escribir de los libros y autores que a uno le gustan, en especial si quien lo hace es escritor, resulta a fin de cuentas una labor tan placentera como ardua. Cuando abordamos un texto que nos remece, es necesario tener una franja de tiempo que nos permita abocarnos con cierta objetividad, el tiempo es el verdadero filtro de nuestros excesos, así yazcan en la parcela del entusiasmo o la decepción, porque no siempre los retornos a las páginas que nos entregaron tanto logran sobrevivir a la segunda o tercera lectura.
El narrador peruano Alonso Cueto (1954), ganador del Premio Herralde de Novela, en el 2005, con LA HORA AZUL, y finalista del Premio de Novela Planeta Casamerica, en el 2007, con EL SUSURRO DE LA MUJER BALLENA, nos acaba de entregar SUEÑOS REALES, una recopilación de sus artículos literarios que aparecieron en diarios y revistas de Latinoamérica, como Letras Libres de México, La Tercera de Chile, El Dominical de El Comercio de Perú, entre otros.
Dividido en cuatro grandes secciones; Sueños Reales, Testimonios y Lectura, Retratos, y Variaciones; Cueto nos sumerge en las páginas de los escritores con quienes aún continúa sintiéndose un agradecido deudor.
La cualidad que resalta en todo el conjunto es la que siempre debe prevalecer en este tipo de publicaciones: la del contagio por la lectura. En este aspecto, el autor nos lleva de la mano por sus escritores favoritos, en los que es palpable el equilibrio entre deslumbramiento y objetividad, en donde no hay ningún espíritu con ansias de pontificar, sino la de incentivar la lectura de aquellos títulos, hurgando en la vida de sus creadores, que sí o sí deben forman parte del canon de todo escritor, tal y como puede disfrutarse en las páginas dedicadas a Henry James, Joseph Conrad, Raymond Carver e Italo Svevo. Entonces no debe ser una sorpresa que la primera sección, Sueños reales, sea la más sustanciosa del libro, en donde no solo es posible notar admiración, sino que por medio de los autores y obras abordadas nos acercamos también al canon personal del autor (a estas alturas, es imposible no ubicar entre sus principales referentes a James y Carver).
En Testimonios y Lecturas, nos topamos con perfiles de escritores peruanos, como (menciono algunos) Martín Adán, José María Arguedas, Julio Ramón Ribeyro y Alfredo Bryce, signados, en la mayoría, por la cercanía del autor con ellos, sin caer en el subjetivismo ensalzador. En “Retratos” se aborda, de manera sucinta, algunos libros de Paul Auster, Haruki Murakami, Isak Dinesen y Carson McCullers. Y en “Variaciones” tenemos tres textos que se desplazan en los alcances de la lengua, el tópico del cuerpo y la degradación innata del racismo, siendo el “El triunfo de la lengua” el mejor, puesto que en él se hace incidencia en la riqueza de la plasticidad del castellano para hacer suyos giros verbales de otras lenguas, teniendo como gran base del diálogo a la buena literatura.
Como todo libro, SR no está libre de ciertas caídas. A mí me hubiera gustado que el autor desarrolle más la sección “Retratos”, me queda la sensación como que el dulce es muy efímero, especialmente en las páginas dedicadas al gran narrador japonés Murakami.
Cuando un autor decide que se publiquen sus entregas publicadas en diarios y revistas, puede ser visto, porque hay casos, como una suerte de querer sumar más en su bibliografía, esta clase de intenciones se notan en el orden y criterio con los que se elijen los textos. Felizmente eso no ocurre con SR, en la escogencia de los textos hay una lógica, un por qué, un gran patrón que afianza el espíritu orgánico del libro. Por lo tanto, sí es patente encontrar el sentido al entusiasmo fundamentado de Cueto. SR es una muestra irrefutable de que el verdadero compromiso que debemos tener con los libros es precisamente con aquellos que nos gustan, que nos cuestionan, ergo, con los que somos mejores personas.
Editorial: Seix Barral
El narrador peruano Alonso Cueto (1954), ganador del Premio Herralde de Novela, en el 2005, con LA HORA AZUL, y finalista del Premio de Novela Planeta Casamerica, en el 2007, con EL SUSURRO DE LA MUJER BALLENA, nos acaba de entregar SUEÑOS REALES, una recopilación de sus artículos literarios que aparecieron en diarios y revistas de Latinoamérica, como Letras Libres de México, La Tercera de Chile, El Dominical de El Comercio de Perú, entre otros.
Dividido en cuatro grandes secciones; Sueños Reales, Testimonios y Lectura, Retratos, y Variaciones; Cueto nos sumerge en las páginas de los escritores con quienes aún continúa sintiéndose un agradecido deudor.
La cualidad que resalta en todo el conjunto es la que siempre debe prevalecer en este tipo de publicaciones: la del contagio por la lectura. En este aspecto, el autor nos lleva de la mano por sus escritores favoritos, en los que es palpable el equilibrio entre deslumbramiento y objetividad, en donde no hay ningún espíritu con ansias de pontificar, sino la de incentivar la lectura de aquellos títulos, hurgando en la vida de sus creadores, que sí o sí deben forman parte del canon de todo escritor, tal y como puede disfrutarse en las páginas dedicadas a Henry James, Joseph Conrad, Raymond Carver e Italo Svevo. Entonces no debe ser una sorpresa que la primera sección, Sueños reales, sea la más sustanciosa del libro, en donde no solo es posible notar admiración, sino que por medio de los autores y obras abordadas nos acercamos también al canon personal del autor (a estas alturas, es imposible no ubicar entre sus principales referentes a James y Carver).
En Testimonios y Lecturas, nos topamos con perfiles de escritores peruanos, como (menciono algunos) Martín Adán, José María Arguedas, Julio Ramón Ribeyro y Alfredo Bryce, signados, en la mayoría, por la cercanía del autor con ellos, sin caer en el subjetivismo ensalzador. En “Retratos” se aborda, de manera sucinta, algunos libros de Paul Auster, Haruki Murakami, Isak Dinesen y Carson McCullers. Y en “Variaciones” tenemos tres textos que se desplazan en los alcances de la lengua, el tópico del cuerpo y la degradación innata del racismo, siendo el “El triunfo de la lengua” el mejor, puesto que en él se hace incidencia en la riqueza de la plasticidad del castellano para hacer suyos giros verbales de otras lenguas, teniendo como gran base del diálogo a la buena literatura.
Como todo libro, SR no está libre de ciertas caídas. A mí me hubiera gustado que el autor desarrolle más la sección “Retratos”, me queda la sensación como que el dulce es muy efímero, especialmente en las páginas dedicadas al gran narrador japonés Murakami.
Cuando un autor decide que se publiquen sus entregas publicadas en diarios y revistas, puede ser visto, porque hay casos, como una suerte de querer sumar más en su bibliografía, esta clase de intenciones se notan en el orden y criterio con los que se elijen los textos. Felizmente eso no ocurre con SR, en la escogencia de los textos hay una lógica, un por qué, un gran patrón que afianza el espíritu orgánico del libro. Por lo tanto, sí es patente encontrar el sentido al entusiasmo fundamentado de Cueto. SR es una muestra irrefutable de que el verdadero compromiso que debemos tener con los libros es precisamente con aquellos que nos gustan, que nos cuestionan, ergo, con los que somos mejores personas.
Editorial: Seix Barral